Esta semana recomendamos un libro imprescindible para padres e hijos. «El Cerebro del Niño» de Daniel Siegel. En él Siegel nos enseña a entender cómo funciona nuestra mente y la de nuestros hijos, transmitiendo la importancia de integrar nuestro lado emocional (más desarrollado en los niños) y nuestro lado más racional (el cual se desarrolla al ir superando etapas madurativas).
Si nos quedamos estancados en el lado racional (hemisferio izquierdo), negaremos nuestras emociones. Si favorecemos a nuestro lado emocional (hemisferio derecho), nuestras emociones tomarán el control de nuestros actos. Por ejemplo, cuando un niño estalla en un berrinche es porque su hemisferio derecho, es decir, sus emociones han tomado el control. En este caso debemos ayudarlos a que desarrollen su lado izquierdo para ver las cosas en perspectiva y manejar sus emociones de manera positiva. En el caso contrario, una persona que se muestra lógica y distante emocionalmente está favoreciendo a su hemisferio izquierdo. En este caso debemos ayudar a que nuestro hijo logre utilizar su lado emocional, estando así más abierto a la entrada de información y a nuevas experiencia. Ambos extremos nos causan malestar. Por ello es muy positivo fomentar la integración horizontal en nuestro cerebro.
En definitiva, es importante entender cómo funciona el cerebro de los niños para que, como padres, no sólo podamos comprender más sobre cómo sienten y se comportan, si no también nos servirá de herramienta para poder relacionarnos con ellos y educarlos mejor.
«Podemos ejercer un impacto en el futuro del mundo ocupándonos debidamente de nuestros hijos y ofreciéndoles de manera intencionada los tipos de relación que valoramos y queremos que consideren normales.»