Psicología y Bienestar

El mito del amor romántico en las comedias


Desde las clásicas películas de los 90 hasta las series actuales, el amor romántico sigue siendo uno de los temas más retratados y consumidos en la ficción. Nos encanta ver cómo dos personas aparentemente incompatibles terminan enamoradas, venciendo todos los obstáculos en nombre del amor. Pero, ¿qué pasa cuando intentamos aplicar esas mismas ideas en nuestra vida real?

Desde el psicoanálisis, el amor no es solo un sentimiento. Es una construcción psíquica, una elección inconsciente. Y muchas veces, esa elección está influida —o contaminada— por las fantasías que hemos absorbido desde pequeños, muchas de ellas reforzadas por las comedias románticas.


Amor ideal vs. amor real

Las comedias románticas nos venden un modelo de amor que todo lo cura, todo lo resuelve y siempre es correspondido. Un amor que llega sin buscarlo, que es mágico, espontáneo y que convierte a dos personas en una sola unidad perfecta. El conflicto existe, pero solo para reafirmar que el destino los quiere juntos.

Este amor idealizado responde al deseo infantil de ser completamente aceptado, de no sentir carencia, de encontrar en otro lo que a uno le falta. Es decir: un amor narcisista, donde el otro no es un sujeto, sino un espejo.

¿Por qué nos atrae tanto este modelo?

Porque calma, momentáneamente, el vacío. Porque nos ofrece la fantasía de que, si encontramos a “la persona adecuada”, nuestra vida cobrará sentido. Y porque evita el trabajo emocional que implica amar en lo real: negociar, frustrarse, aceptar lo diferente, renunciar a ideales.

En términos psicoanalíticos, este modelo de amor funciona como una formación sustitutiva del deseo: en vez de asumir nuestra falta y nuestra responsabilidad en el vínculo, buscamos que el otro la llene.


¿Qué efectos tiene esto en nuestra vida emocional?

1. Expectativas poco realistas: esperamos que el amor sea fácil, constante, sin ambivalencias.


2. Frustración constante: cuando la pareja no responde a nuestras fantasías, sentimos que algo “falla”.


3. Relaciones inestables: idealizamos al principio y desvalorizamos cuando aparece la diferencia o la decepción.


4. Dificultad para vincularse desde lo real: tememos el compromiso, pero también la soledad; queremos intensidad, pero no conflicto.



¿Es malo creer en el amor?

No. El problema no es el amor, sino cómo lo imaginamos. El amor real no es perfecto. Es conflictivo, incompleto, lleno de momentos de deseo, pero también de duda. Y eso no lo hace peor: lo hace humano.

El psicoanálisis no destruye el amor romántico, pero lo pone en cuestión. Nos invita a revisar nuestras elecciones, a preguntarnos desde dónde amamos, a quién amamos… y por qué.


¿Te reconoces en relaciones donde todo empieza ideal y luego se desmorona?

¿Sientes que te cuesta sostener vínculos reales, o que esperas demasiado del otro? Tal vez estás atrapado en una fantasía inconsciente que se repite sin darte cuenta. La psicoterapia psicoanalítica te puede ayudar a explorar tus modelos de amor, tu historia afectiva y tu deseo real.

Sesiones en Madrid o en línea, en un espacio seguro y sin juicio.
Solicita tu cita aquí

Volver

Se ha enviado tu mensaje

Advertencia
Advertencia
Advertencia
Advertencia

¡Aviso!

Deja un comentario