Bullying

      Ninguna organización, colegio o institución educativa está libre de expresiones de violencia. No obstante, no se debe confundir el acoso escolar o bullying con los altibajos que se producen normalmente en las relaciones entre alumnas y alumnos, especialmente durante la pre-adolescencia y adolescencia.

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      Cuando se habla de acoso escolar o bullying no se trata de un simple empujón, o de una mofa. El término se refiere a una situación de violencia que puede derivar en algo grave y, si no se atiende a tiempo, generar serios daños emocionales a la víctima tanto como al agresor. Es más, la conducta del agresor señala que es una persona emocionalmente afectada, por lo que debemos de evitar estigmatizarlo.

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      El bullying puede manifestarse de múltiples formas, algunas más llamativas que otras. Por ello es muy importante estar atento a cualquier signo de maltrato en las aulas. Los componentes del acoso son:

Acoso escolar: entendido como el maltrato habitual que experimenta un alumno por el comportamiento percibido por él como cruel, proviene de los demás alumnos o de circunstancias relacionadas con el centro escolar.

Acoso verbal: generado mediante el lenguaje verbal y no verbal: amenazas, insultos, ridiculizando comportamientos o formas de ser, molestando a través de la palabra o del gesto…

Acoso factual: mostrado a través de la agresividad física, robando pertenencias, tratando a los demás como seres inferiores.

      Un estudio estadístico realizado a escolares de 32 países y avalado por la Organización Mundial de la Salud revelo que un 24.8% de los niños españoles entre los 11 y los 18 años sufrían acoso escolar. En España se realizó el informe Cisneros X sobre “Acoso y Violencia Escolar en España. Este estudio reveló que un 23.4% de los alumnos matriculados entre segundo de primaria y primero de bachillerato eran víctimas del bullying (*).

Las principales consecuencias del bullying son las siguientes:

Para la víctima:

  • Baja autoestima

  • Trastornos emocionales: depresión, ansiedad y pensamientos suicidas

  • Síndrome de estrés postraumático

  • Alteraciones de la conducta: intromisión, introversión, timidez, aislamiento social y soledad

  • Culpabilidad

  • Problemas en las relaciones sociales y familiares

  • Rechazo a la escuela, faltas de asistencia e incluso abandono de los estudios

  • En casos extremos, el acoso escolar ha conducido al suicidio a algunas víctimas y sus perniciosos efectos para la salud física, mental y emocional del individuo pueden llegar a cronificarse, acompañando a la víctima durante toda su vida

Para el agresor:

  • Falta de control

  • Actitud violenta irritable, impulsiva e intolerante

  • Relaciones sociales y familiares problemáticas

  • Pérdida de interés por los estudios y fracaso escolar

   El niño o adolescente que sufre acoso escolar puede presentar una baja autoestima y problemas emocionales. Por ello es necesario abordar su situación de manera individual, con intervención por parte de psicólogos y profesores. Es importante observar su comportamiento y su estado de ánimo en clase y en el recreo para detectar cualquier empeoramiento. Se trabaja también en terapia la solución creativa de conflictos así como la mediación. Es necesario la labor de coordinación con el orientado y los tutores del colegio, para trabajar del modo más eficaz.

La psicoterapia es una gran ayuda para tu hijo, no dudes en contactar

Contacto

Diana Faón Psicoterapia – Psicólogo en Madrid-

* https://www.iidh.ed.cr/IIDH/media/1573/bulling-2014.pdf