Las personas altamente sensibles tienen como característica un umbral más bajo a la hora de sentir estímulos y emociones, por lo que suelen saturarse muy fácilmente si hay estímulos intensos en el entorno. El día a día puede resultar agotador y por ello hay varias estrategias a las que puedes recurrir para lidiar mejor con la saturación emocional.
- Regula tus horarios de sueño. El sueño es crucial a la hora de poder afrontar el día con energía y por eso es importante que respete tus horas de sueño y que intentes tener una rutina más o menos estable durante la semana. De este modo puedes recuperarte cuando un día es demasiado intenso.
- Reconoce y da espacio a tus emociones. Muchas veces se puede sentir muy intensamente las emociones y en ocasiones las personas altamente sensibles censuran sus emociones por creer que son demasiado intensas. Es importante que reconozcas que tienes derecho a sentir lo que sientes y que si lo sientes así es por algo. Además, expresar las emociones hace que no se acumulen y que la sobrecarga emocional vaya disminuyendo.
- Relájate después del trabajo. El trabajo puede suponer una carga estimular muy fuerte debido a la presión de realizar muchas tareas durante un largo periodo de tiempo. por ello es importante que reserves una parte de la tarde a relajarte y a frenar la actividad.
- Intenta llevar un ritmo diario más lento y simple. Al procesar la información de un modo más profundo es necesario tener momentos para descansar y asimilar todo lo que el cerebro está procesando. Por ejemplo, puede existir una dificultad a la hora de elegir qué comer en un restaurante y es bueno que puedas darte tiempo para valorar qué quieres sin sentir la presión de tener que elegir lo antes posible.
- Cuida de tus relaciones personales significativas. El poder contar con amigos cercanos con los que puedes desahogarte o los que puede escuchar puedo ayudarte a sentirte acompañado.
- Disfruta de la naturaleza y el aire libre. desconectar de las ciudades y de la sobrecarga estimular que hay en ellas puede ayudarte mucho. Entrar en contacto con la naturaleza hace que te sientas activo y al mismo tiempo que no te sientes sobrecargado. Es una manera de relajarte sin sentir demasiada desconexión con el mundo exterior.
- Date el tiempo que necesites para poder acostumbrarte a los cambios. Todo cambio implica mucha incertidumbre y un esfuerzo extra para adaptarse a la nueva situación. Reconoce ese esfuerzo extra que tienes que realizar y que permite un tiempo para acostumbrarte poco a poco. Si respetas tu ritmo el estrés irá disminuyendo.
- Reconoce tu lado creativo y permítete expresarlo. Al ser una persona muy emocional es importante que busques maneras de poder sacar estas emociones y de que no se acumulen. Una de las mejores formas es a través de lo creativo ya sea a través del arte, del baile, de la escritura o de la música. Ser sensible es una ventaja que puede ayudarte a construir algo nuevo.