En las últimas semanas hemos vivido una situación sin precedentes. es normal preguntarse qué consecuencias puede tener para la salud mental la situación de confinamiento tan prolongada en el tiempo que hemos tenido que vivir.
Consecuencias
Las posibles consecuencias de esta situación son diversas. En primer lugar, se puede generar una situación de desconfianza e incluso de temor a salir por miedo al contagio. Además, volver a la rutina estresante y demandante después de haber estado tantas semanas en un entorno cerrado y aislado generan estrés y requieren un tiempo de adaptación. Al haber sido una situación repentina, intensa, muy brusca e impredecible ha generado mucha sensación de impotencia, frustración, de incertidumbre y de claustrofobia. A su vez la situación se ha prolongado en el tiempo y hemos podido adaptarnos poco a poco a esta situación. Por ello ahora tenemos que realizar un nuevo proceso de adaptación a la nueva rutina.
Durante este tiempo han sucedido muchas pérdidas de experiencias y de personas. Muchas personas han perdido un viaje que tenía programado, bodas, personas que no pudieron acompañar a familiares que estaban en el hospital, niños que han perdido la oportunidad de despedirse de sus compañeros antes del verano. Ha sido un momento de muchas pérdidas y al volver a la normalidad poco a poco seguirán procesándolas. Es posible que haya momentos de tristeza y de frustración por no haber tenido algo qué es importante para la persona.
Una consecuencia bastante probable de esta situación a corto plazo es que haya un impulso inicial muy intenso de querer salir y disfrutar la vida al máximo ya que al estar encerrados en casa se genera la sensación de haber paralizado el tiempo y de haber inhibido la capacidad de disfrute que teníamos antes. Según pasen los días esta sensación se irá reduciendo poco a poco y se volverán a realizar las actividades tanto individuales como sociales de un modo pausado.
Otra consecuencia importante es la desconfianza a nivel social. En este momento de crisis se ha normalizado un comportamiento de aislamiento y de desconfianza hacia los demás al poder ser estos portadores del virus. Esta desconfianza puede mantenerse en el tiempo y afectar a las relaciones sociales a largo plazo. Además, como consecuencia esto podría generar aislamiento y soledad en las personas aparte de una gran merma del apoyo social.
Las principales consecuencias por lo tanto sean sobre todo estrés y miedo al exterior. Ciertas personas podrían desarrollar incluso un estrés postraumático al haber vivido una situación fuera de lo normal que ha generado emociones muy intensas. Esto puede ocurrir sobre todo en las personas más vulnerables que han podido experimentar más miedo y ansiedad por ser contagiados o que han perdido a un ser querido en unas circunstancias muy dolorosas.
Formas de afrontar esta siguiente fase
Lo más importante a la hora de afrontar las consecuencias de este confinamiento es intentar darse tiempo para adaptarse de modo gradual a la nueva realidad. El equilibrio entre negar la realidad y tener un temor intenso al virus es difícil de encontrar. Puede haber personas que nieguen lo sucedido y muestren comportamientos más arriesgado sin respetar tal vez las normas de seguridad. En cambio, puede haber otras personas que no salgan de casa por miedo al contagio y que tengan dificultad para volver a la rutina normal.
Por ello es importante ir introduciéndose en una nueva rutina exterior de modo gradual, dando pequeños paseos al principio y tratando de ir protegidos lo máximo posible. Aunque haya una regulación externa que intenta facilitar una incorporación gradual a la normalidad es importante que también cada uno se responsabilice de ir paso a paso y respetando el ritmo que necesite.
Otro factor importante es contar con apoyo social para poder sobrellevar esta fase lo mejor posible. Compartir cómo te sientes o hablar de lo que te preocupa puede hacer que te sientas más ligero al compartir tus emociones y además que así puedes entenderlas mejor. el apoyo social es un factor muy importante para reducir el estrés y para sentirte acompañado.
Realizar actividades que te gustan dentro de lo posible ayuda a para el control de la situación y mejorar la sensación de claustrofobia impotencia. Si la ansiedad se vuelve muy intensa no dudes en pedir ayuda de un profesional.