Hoy en día muchas personas sienten de ansiedad, depresión, baja autoestima y llevan tiempo sufriendo y sobrellevando estas emociones. Muchas de ellas han sido capaces de dar el paso de pedir ayuda y acudir a un psicólogo, pero hay otras personas que sienten cierto temor a dar ese paso.
Este temor en parte viene de ciertos prejuicios que existen hacia pedir ayuda de un profesional de la salud mental. Algunas personas asocian ir al psicólogo con el miedo a sentirse juzgados y a pensar que pueden estar locos. También pueden sentir reparo a hablar con extraño sobre su vida o pueden pensar que ir al psicólogo es como hablar con un amigo. Detrás de estas afirmaciones se encuentran temores, prejuicios y falsos mitos que es importante derribar.
- Ir al psicólogo es para personas que están pasando por un mal momento o que quieren conocerse mejor. Ir al psicólogo ayuda a enfrentar momentos de ansiedad o depresión por los que puede atravesar cualquier persona. ir a terapia es pedir ayuda a un profesional igual que hacemos cuando por ejemplo tenemos fiebre.
- El psicólogo es una persona que está ahí para escucharte y que no te va a juzgar. Su objetivo es ofrecer un espacio seguro donde puedas hablar de aquello que quieras o te preocupe, sabiendo que no vas a ser juzgado y que la información que compartes no va a salir de la consulta. El psicólogo como profesional va a centrarse en escucharte y ayudarte en lo que te pasa para ofrecerte el tratamiento más adecuado.
- Pedir ayuda es signo de fortaleza. Recurrir al psicólogo no significa que no eres capaz de salir de esto solo, sino que eres capaz de pedir ayuda cuando la necesitas. Al ir a terapia conseguirás tener más recursos para afrontar una situación difícil por la que estas atravesando.
Consejos para empezar la terapia:
- Tómate un tiempo para elegir bien a un profesional con el que te sientas a gusto. Es importante que elijas a alguien que tenga buenas referencias y que además te transmita un sentimiento de confianza y de profesionalidad.
- Acude al psicólogo por voluntad propia. Empieza tu terapia porque tú te sientes convencido de ello y por qué crees que es el momento para iniciarla.
- Intenta no sentirte presionado por los demás y tomar la decisión porque te sientes motivado para ello. Date un tiempo para meditar y para ver si sientes que es el momento de empezar la terapia.
- Ajusta tus expectativas y recuerda que la terapia es un proceso que lleva un tiempo y que requiere un esfuerzo.
- Cuenta con el apoyo de tus seres queridos y pídeles consejo si sientes que necesitas ayuda para elegir a un profesional. Puedes hablar con ellos de las preguntas y miedos que puedes tener respecto empezar la terapia.